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EL DELFIN


miércoles, 15 de marzo de 2017

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En la Amazonia peruana existen muchos animales que gozan de gran belleza. Muchos de estos animales, cautivan a los viajeros por su apariencia, y una vez conocido el mito de su existencia son más valorados y admirados. El Delfín Rosado de la Amazonia, también conocido como el Bufeo Colorado es una variedad rara de este tipo que suele verse en aguas dulces y que, según el mito, por lo general es un macho.
 

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uenta la historia que el delfín rosado es un ser capaz de convertirse en hombre. Algunos dicen que se trataría de una deidad que se ha vuelto en la forma de delfín para esconder su verdadero ser. Sin embargo, pese a la metamorfosis en animal, los pobladores narran que eventualmente el Delfín Rosado (del que suele haber uno en cada manada de bufeos) se transforma en hombre, pero no en cualquiera, sino en un apuesto gringo que atrae y enamora a las muchachas por un cierto periodo de tiempo hasta que aquella sea incapaz de resistir a sus encantos.

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uando la muchacha está atrapada por el hechizo del “dios” o “demonios”, el Delfín la atrae a su casa en las aguas, donde se sumerge y llama a la doncella para que esta muera ahogada y se vaya a vivir para siempre con él. Algunos dicen que ha habido jovencitas que han caído bajo el hechizo del hermoso bufeo rosado, sin embargo, existen formas de evitar el final suceso (que es cuando se sabe que se trata de un hechizo). En tal caso, los padres deben aislar  la joven en el día que es llamada a las aguas por el delfín, este al verse descubierto, dejará de buscarla.

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xisten otros mitos en la Selva Peruana sobre este hermoso delfín. Algunos dicen que, no es un hombre, sino una mujer que atrapa a los viajeros con su belleza para ahogarlos en las profundidades de su casa. Se dice también que es un pecado y una maldición matar a una criatura como esta, ya que, según se cuenta, esta tiene poderes, y el derramamiento de su sangre (por venganza o consumo) traerá la ruina de la persona, familia y comunidad



LEYENDA DE LA HUACA DE LA LUNA


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Se dice que en la época cuando se daba culto a los dioses, dos hermanos caminaban por los campos de un pueblo asentado en el lugar. Durante su recorrido, los muchachos encontraron una serpiente pequeña con dos cabezas. Los jóvenes quedaron asombrados de ver al peculiar ofidio con tales características poco usuales, así es que al llamar su atención, deciden llevarlo consigo rumbo a su hogar.

 
 
 
 
Los jóvenes estuvieron prendados de su nueva mascota, no cesaban de jugar con el animal, le daban de comer mucho y la serpiente crecía con suma rapidez. Era algo imparable e inexplicable pues el animal cada vez se le notaba más amenazador. Ante ello, los pobladores y vecinos, les reclamaron abiertamente a los hermanos pues la serpiente estaba demasiado grande y podría ser un peligro para la comunidad y los conminaron a llevársela del pueblo. Muy a su pesar, los hermanos tuvieron que llevar a la serpiente lejos de la zona, así que la metieron a un saco y la llevaron caminando hacia el mar. Tuvieron que caminar cerca de 5 kilómetros de donde estaban.

 
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na vez en el mar, los jóvenes dejaron el paquete con la serpiente dentro y se marcharon. Al poco rato, la víbora logra escapar de su encierro y se sabe sola en el mar, así que regresa siguiendo los rastros que dejaron los hermanos. En el camino, el enfurecido animal iba comiéndose los animales que encontraba, incluso a personas que se cruzaban en su camino. La bestia crecía cada vez más y se volvía aún más fiera e incontrolable. Poco a poco se acercaba al pueblo de los hermanos.


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n medio de todo este desastre uno de los pobladores alcanza ver a la enorme criatura y da la alerta a los vecinos. Los hermanos recibieron la desastrosa noticia y deciden huir con su familia y grupo de pobladores. Raudamente toda esa muchedumbre se dirigió a las faldas de un cerro que actualmente se le conoce como Cerro Blanco, pero no advirtieron que la descomunal serpiente se había dado cuenta de sus movimientos y fue tras ellos. El pueblo estaba en un pánico total, era un infierno lo que estaban viviendo. Los hermanos y sus vecinos llegaron al cerro y justo cuando la enorme serpiente estuvo a tiro de piedra de comérselos, el cerro abre y deja ingresar a los pobladores junto a la serpiente, luego de eso el cerro cierra la enorme entrada.



 


 




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DUENDES AREQUIPEÑOS

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uchas veces habrá oído hablar de los duendes dice que son pequeños hombrecitos de menudas proporciones, tienen una barba larga y a veces llevan un sombrero grande. Se dice del origen de los duendes son de aquellos niños que mueren sin ser bautizados o los fetos que fueron abortados y echados al río, también dicen que las mujeres que tenían relaciones fuera del matrimonio orinan duendes, para prevenir que niños fallecidos se conviertan en duendes es hacer un señal de la cruz con agua bendita y luego enterrarlo junto al pequeño, la cruz también bendecida.

Los adultos no pueden ver a los duendes ya que estos son invisibles ante los ojos del adulto impuro, y visibles para los niños puros.

Son pequeños seres traviesos, se divierten con los humanos, haciéndoles bromas de toda clase, ellos se esconden bajo las camas y los pesados muebles y en los cuartos oscuros, viven en los lagos que han sido engendrados en callejones oscuros, en los zaguanes mal iluminados o en la tibia intimidad de los maizales. Ellos hacen un sin fin de cosas, tocan el cuerpo de las personas y se esconden y agarran cualquier objeto y los ponen en cualquier lugar, anudan las piernas de los pantalones, también ocultan tesoros y saben dónde encontrar el Oro.
A veces tocan una flauta y atrapan la voluntad de la gente, dejándose llevar por su magia hasta sus dominios.
Algunos duendes son viejos barbaros y pequeños, estos son malignos y peligrosos causan terror a quienes lo ven, a veces se pegan a las espaldas de los humanos y como no hay como desprenderse de estos, pueden conllevar a la muerte.
También adormecen y reaniman a los hombres soplándoles el rostro, dicen que sus excrementaron color amarillo y cuando cae el sol se volatizan, muchas veces imitan el llanto del bebe, confundiéndolos.


La única forma de deshacernos de estos duendes maléficos, es hacer llorar a un niño, y a un duende.



NAYLAMP


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                                                                    NAYLAMP

Dice la leyenda que fue Naylamp, un ser mitológico del antiguo Perú que vino del mar, el que trajo la civilización a estas tierras.
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aylamp y su séquito construyeron el templo a "Chot" (Huaca Chotuna) y en él colocaron un ídolo de jade verde al que llamaron "Llampayec". De allí provendría el nombre de Lambayeque. También cuenta la leyenda que el sucesor de Naylamp fue Tempellec, quien quiso cambiar de sitio el ídolo y como castigo divino, hubo un gran diluvio. Verdad o mito, lo cierto es que Lambayeque es una de las últimas ciudades peruanas donde la realidad y la fantasía se mezclan con tal armonía que es difícil saber dónde acaba una y donde comienza la otra; su multimilenaria historia permite visitas turísticas de carácter cultural.

P
ero no sólo es la leyenda quien cuenta de esta magia. Con su máscara de oro, su séquito de sacerdotes y esclavos y hasta sus animales preferidos, fue descubierto la tumba "del Señor de Sipán". Este hallazgo arqueológico llegó a ser considerado, en un momento dado, el más importante del siglo XX en el Perú, junto con Machu Picchu, hasta descubrirse Caral.

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xisten muchos testimonios culturales en la Región Lambayeque, baste mencionar los provenientes de las Cultura Mochica y Chimú, los mayores ceramistas y orfebres de la época precolombina. También son atractivos el Museo Arqueológico Nacional Brüning con su idolito de ojos rasgados, sus peces y mariscos, los caballitos de totora en la playa Santa Rosa, la alegría de las fiestas, el ritmo del tondero y la marinera, el arte del trabajo en paja de Monsefú, el reservorio de Tinajones y el pueblo fantasma de Zaña.



EL CHULLACHAQUI


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l Chullachaqui es un enano o un demonio del rainforest cuyo nombre proviene de los términos quechuas para "disímil" (Chulla) y "pie" (Chaqui), esto es “los pies disímiles.” Según la leyenda de Iquitos, este enano del bosque tiene la habilidad para transformarse en cualquier otra persona que él desea para engañar visitantes o las personas locales viviendo en la selva. Él puede aparecer como un miembro de la familia o un amigo, conduciéndoselos hacia caminos equivocados, yendo más profundo y más profundo en la selva y luego dejándolos allí, perdió. Para un niño, el Chullachaqui muchas veces aparecerá como otro niño u otro compañero de juego. En este disfraz, el Chullachaqui malvado tratará de atraer con engaño al niño en el bosque para ponerse perdido. La única forma para descubrir la identidad verdadera de Chullachaqui es mirar a sus pies, como uno de sus pies es deformado. Consecuentemente, él tratará de esconder sus pies. Estando descubierto, el Chullachaqui escapará en la selva.

                                                                                                  
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egún esta leyenda de Iquitos, un muchacho fue con sus padres para la selva para recoger leña. Los padres dejaron el niño solo por un momento para recoger algo de leña y él jugaba en un espacio abierto cuando él vio qué apareció ser otro niño de la misma edad en un árbol distante. El niño en el árbol le llamó por señas para venir, pero el niño no salió del espacio abierto, prestando atención a la advertencia de sus padres que no deambular por fuera en el bosque. Cuando los padres del niño regresaron, el niño contó a sus padres sobre el niño en el árbol. Los padres supieron que nadie vivió en el área y fue en busca del niño en el árbol, sino no encontró ninguna cosa, justamente las huellas extrañas que pareció haber estado hecha por un enano con un pie deformado.                           



EL MITO DEL CÓNDOR


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e dice que en una comunidad, un hombre vivía con su hija. La hija pastaba las ovejas, llamas y otros animales. Cada día un joven vestido con elegancia iba a visitarla. Tenía un traje negro hermoso, chalina blanca, sombrero y todo. Cada día iba a visitar a la mujercita, y se hicieron buenos amigos. Jugaban a todo. Un día comenzaron a jugar de esta manera: “Álzame tú y yo te alzaré”. Bueno, comenzaron el juego, y el joven alzo a la mujercita. Recién cuando la había alzado en alto, la mujercita se dio cuenta de que estaba volando.

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l joven puso a la mujercita dentro de un nicho en un barranco. Allí el joven se convirtió en cóndor. Por un mes, dos meses, el cóndor criaba a la mujercita. Le daba toda clase de carne: carne asada, carne cocida. Cuando habían estado unos años juntos, ella llego a ser mujer. La jovencita dio a luz un niñito, pero lloraba día y noche por su padre, a quien había dejado en la comunidad. “¿Cómo puede estar solo mi padre? ¿Quién está cuidando a mi padre? ¿Quién está cuidando a mis ovejitas? Devuélveme al lugar de donde me trajiste. Devuélveme allá”, le suplicaba al cóndor. Pero él no le hacía caso.

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n día un picaflor apareció. La joven le dijo: “¡Ay, picaflorcito, mi picaflorcito! ¿Quién hay como tú? Tienes alas. Yo no tengo ninguna manera de bajar de aquí. Hace más de un año, un cóndor, convirtiéndose en joven, me trajo aquí. Ahora soy mujer. Y he dado a luz a su niñito”. El picaflor le contestó: “Escúchame joven. No llores. Te voy a ayudar. Hoy día iré a contarle a tu papá donde estás, y tu papá vendrá a buscarte”. La joven le dijo: “Escúchame, picaflorcito. ¿Conoces mi casa, no? En mi casa hay hartas flores bellas, te aseguro que si tú me ayudas, toditas las flores que hay en mi casa serán para ti”.


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uando dijo eso, el picaflor volvió contento al pueblo, y fue a decir al padre de ella: “He descubierto dónde está tu hija. Está en el nicho de un barranco. Es la mujer de un cóndor. Pero va a ser difícil bajarla. Tenemos que llevar un burro viejo”, dijo el picaflor, y contó su plan al viejo. Fueron, llevando un burro viejo. Dejaron el burro muerto en el suelo. Y mientras el cóndor estaba comiendo el burro, el picaflor y el viejo ayudaron a la jovencita a bajar del barranco. Después llevaron dos sapos: uno pequeño, otro grande, y dejaron los sapos en el nicho del barranco. Bajaron el viejo y su hija y fueron hacia el pueblo. El picaflor fue donde estaba el cóndor, y le contó: “Oye, cóndor. Tú no sabes que desgracia hay en tu casa”.

“¿Que ha pasado?” el cóndor le preguntó.



“Tu mujer y tu hijo se han convertido en sapos”. Bueno, el cóndor se fue volando a ver. Ni la joven, ni su hijo estaban dentro del nicho, solamente dos sapos. El cóndor se asustó, pero no pudo hacer nada; y el picaflorcito está todos los días entre las flores en la casa de la jovencita. Mientras ella, su hijo y su padre viven felices en la comunidad.



EL DIOS WIRACOCHA


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n el antiguo Perú se narraba acerca del origen del hombre, que el dios Huiracocha, en una época en que en el cielo no había ni sol, ni luna, ni estrellas, vino a la tierra andina (que ya existía antes de Huiracocha) y creó a una primera generación de hombres y mujeres, pero de talla muy elevada; resultó, sin embargo, que esta primera generación se portó mal, hasta olvidó a su creador, por los que Huiracocha los consideró soberbios y los castigó convirtiéndolos en piedra, que son las que se pueden ver ahora en Tiahuanaco.

Luego vino una gran inundación, terriblemente descomunal. Pero después Huiracocha visitó la isla del Titicaca, lugar desde donde creó el sol, la luna y las estrellas para que iluminaran la tierra. De ahí pasó a Tiahuanaco y decidió crear la definitiva generación humana, aunque esta vez a su imagen y semejanza y de baja talla solamente.




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n seguida, por parejas, los sumergió en el lago Titicaca; y esta gente, buceando, se profundizó en las aguas hasta encontrar aberturas o cavernas en las paredes y pisos del lago. Por ellas penetraron hasta salir por otras aberturas y bocas que se encontraban ubicadas en cerros, puquios y árboles de diversas provincias.

Fue entonces que, así por parejas comenzaron a poblar el mundo andino. Esta gente creada y enviada por Huiracocha sabía hablar, se vestían y tenían una serie de conocimientos enseñados por el mismo dios Huiracocha.

Las aberturas por las que emergieron a tierra recibieron el nombre de "pacarinas" (cuevas por donde se amanece o se sale).Después Huiracocha creó a los animales; y en esta labor tuvo como ayudantes a dos hombres muy inteligentes y poderosos.

Como se ve, en el antiquísimo mito de Huiracocha, cuando éste llegó a la isla de Titicaca, a la tierra ya la halló creada, el solamente dio origen a los hombres, a los animales y a las plantas.



EL CERRO CAMPANA


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ste cerro se encuentra ubicado en la parte Norte de la ciudad de San Ignacio. Su forma es muy atractiva y en la inmensa cantidad de rocas de su parte superior existe una figura con la apariencia de una mujer majestuosa sentada sobre el sillón. De la base de ésta roca fluye un riachuelo de agua clarísima que nunca se ensucia y en cuya ribera crecen flores de pétalos brillantes; se cuenta que en sus aguas se ve a veces nadar una patita de oro que quienes quieren cogerla sufren la pérdida de la razón.

 Los pobladores cuentan que en tiempos inmemorables, existía en el Cerro Campana una hermosa ciudad cuyos habitantes se enemistaron con el jefe de otra tribu, cierto día se levantaron todos ellos contra la tribu enemiga.

 El jefe de ésta tribu estaba herido y en su amor propio, viajo a la cierra, donde contrató un brujo, con el que hizo encantar a todos sus atacantes y al mismo cerro, que quedó convertido en laguna mientras sus habitantes fueron transformados en rocas.

 La gente que caminaba al caserío Huangari cuentan que, al pasar por el cerro campana en día jueves o viernes Santo, escuchan el tañido de una campana el canto de gallos y, de vez en cuando las melodías de una banda de músicos.



 Se cuenta también que a veces se ve un toro atado a una soga de oro, cuerda que es una señal de desafío al cerro Picorana que queda al otro lado del río Chinchipe.



EL HUALLALLO


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ste es un mito muy conocido en el centro del Perú cuyo origen se remonta a tiempos antiguos - previos a la llegada de los españoles a estas tierras - y trata sobre la existencia de una criatura maligna que se alimentaba con la carne de los seres humanos y que bebía su sangre aún caliente hasta hartarse de ella. Ante todo, debemos saber de dónde proviene este demonio ¿vale?: “Dentro del contexto andino se considera al dios Wiracocha como el creador del mundo, quien pobló la tierra de hombres y mujeres, distribuyendo a los dioses menores por toda su extensión. Estos dioses tutelares fueron llamados APUS.
A
sí, en la tierra de los Huancas, el gran Wiracocha envío a dos dioses, cada uno con características y rasgos diferentes. Estos dioses fueron Huallallo y Pariacaca. Ambos se enamoraron de distintas mujeres y tuvieron una familia muy extensa. Sin embargo con el paso el tiempo nació entre ellos una gran rivalidad. Cuenta la historia que la primogénita de Huallallo llamada Huaytapallana era muy hermosa, tanto que para ocultarla de los hombres, su padre la escondió al abrigo de las montañas y sembró para ella un jardín lleno de flores.

A
 su vez Pariacaca tuvo un hijo varón a quien llamo Amaru este joven amante de los viajes y quien, por ser hijo de un Apu, podía tomar la forma de cualquier animal y de esta manera trasladarse por los valles de su padre, encontró a su pareja con quien se casó y tuvo una hija. Sin embargo, un día en el que Amaru sobrevolaba unas montañas, observo a lo lejos un jardín de flores como nunca antes había visto y sin saberlo salió de los terrenos de su padre y tomando forma humana nuevamente se adentró en este paraje escondido.
A
l pie de la laguna Carhuacocha se encontraba una mujer tan hermosa que Amaru, olvidando todo, quedo al instante perdidamente enamorado de ella y, esta doncella cuyo nombre era Huaytapallana también se enamoró de él. Así ambos tuvieron cinco hijos. Entonces Huallallo quiso saber quién era este joven que había tomado el corazón de su hija de esta manera y preguntando a los vientos se enteró que este no era otro que Amaru, el hijo de su rival Pariacaca, y que además de ello él ya estaba casado y tenía una hija. Herido en lo más profundo por el adulterio cometido, Huallallo suplicó a los vientos que traigan, a los odios de Amaru noticias de su esposa y de su hija.

A
l recordar Amaru a su esposa e hija y tomando conciencia de todo lo que había hecho salió en busca de su familia y al pasar por una quebrada, Huallallo se le acercó subrepticiamente y le dio un golpe mortal que terminó con su vida. Este al momento de caer grito a su padre para que tome venganza de este ataque mortal. Pariacaca al enterarse de la tragedia, en su dolor ahogó a Huaytapallana en la laguna Carhuacocha y a los cinco hijos en las lagunas aledañas.

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e esta manera entre ambos dioses se inició una terrible batalla - arrasando con todo a su paso y en el cual Pariacaca salio victorioso de la sangrienta conflagración. Huallallo al darse cuenta de que su suerte estaba echada, decidió huir a la selva que se extendía hacia el oriente, donde sediento de venganza por la muerte de su hija, se convirtió en un devorador de hombres a los cuales señalo como culpables de su desgracia. Al enterarse de todo, el gran Wiracocha, juzgó que estas crueldades no podían quedar sin castigo y decidió castigar a los responsables, convirtiendo a Pariacaca en una montaña nevada que hoy lleva su nombre, mientras que Huallallo corrió igual suerte, solo que la montaña en la que e convertiría llevaría el nombre de su hija, Huaytapallana.
S


e dice que solo cuando esas nieves perpetuas que las cubren se derritan, ambos dioses podrán liberarse de esa prisión. Sin embargo, debido al calentamiento global que en estos años derrite cada vez con mayor rapidez la Cordillera de los Andes, parece que ese tiempo está por llegar”. Interesante relato ¿no os parece? (Solo me queda agregar que ambos nevados se han convertido actualmente en centros de peregrinación donde se hace ofrendas a estos demonios, para evitar desastres que se podrían dar.Y es que a pesar de siglos de adoctrinamiento cristiano, los nativos aún siguen adorando a sus deidades ancestrales).


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